El administrador de la NASA, Jim Bridenstine, ha anunciado este lunes en la sede de la agencia en Washington D.C. que la prueba de un misil antisatélite que la India llevó a cabo el 27 de marzo dejó 400 fragmentos de basura espacial en la órbita. Bridenstine precisó que se trata de lo que se logró identificar y que la agencia rastrea solo los objetos de 10 centímetros de diámetro o más grandes. Así, de aquellos 400 restos orbitales la NASA pudo rastrear 60 fragmentos.
«Sabemos que 24 [fragmentos de basura espacial] de aquellos 60 van por encima del apogeo de la Estación Espacial Internacional», detalló el administrador de la NASA, agregando que es «inaceptable» crear intencionadamente campos de desechos orbitales y que, según estimaciones de la agencia, tras la prueba de Nueva Delhi el riesgo para la EEI se incrementó en un 44 % en un plazo de diez días.
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«Mientras el riesgo subió un 44 %, nuestros astronautas siguen a salvo, la EEI sigue a salvo. Si tenemos que maniobrar, lo haremos. Creo que la probabilidad de eso es baja», aclaró.
Bridenstine afirmó que es «terrible» crear un evento «que envía la basura en un apogeo que va por encima de la EEI» y que «este tipo de actividad no es compatible con el futuro de los vuelos espaciales tripulados».
Según el primer ministro indio Narendra Modi, durante la prueba el misil antisatélite derribó un satélite nacional a 300 kilómetros de distancia, en órbita baja, convirtiéndose de esta manera en la cuarta «potencia espacial» después de Estados Unidos, Rusia y China.